Lifting de Brazos y muslos (braquiplastía y cruroplastía)
La flacidez en los brazos empieza a aparecer en algunas mujeres incluso en edades tempranas o bien cuando se someten a reducción masiva de peso. La piel floja o caída debajo de los brazos resulta muy difícil de eliminar con la dieta y el ejercicio tradicionales.
La excesiva pérdida de peso, la genética y el envejecimiento natural contribuyen al problema, que resuelve con procedimientos quirúrgicos como liposucción o retirada de la piel y el tejido graso excedentes.
Cuando la flacidez es moderada, podemos extraer la grasa sobrante mediante liposucción quitándole peso al brazo para que se retraiga la piel por sí sola.
Cuando la flacidez cutánea es mayor y sobra también tejido graso se necesitará realizar una cirugía de braquioplastía. Solo en los casos leves se podrá realizar con una incisión bajo la axila, pero si sobra mucha piel será necesario dejar una cicatriz longitudinal en la cara interna de los brazos, desde la axila hasta el codo, para poder extraer toda esa piel sobrante.
Un lifting de brazos puede brindar beneficios no solo estéticos, sino además funcionales; se consiguen unos brazos estilizados y armónicos con el resto del cuerpo. La ropa se ajusta y queda mejor, haciendo que la persona se sienta más a gusto con su imagen.
Así como puede haber exceso de tejido cutáneo y de grasa en los brazos, este exceso puede verse también en los muslos. Si la flacidez en el muslo es de leve a moderada podemos extraer el tejido graso mediante liposucción, para favorecer la retracción de la piel, pero si hay un exceso marcado de piel y grasa, lo más recomendable será realizar la retirada de ese excedente con una cirugía llamada cruroplastía o lifting crural cuya corte se coloca en el pliegue que separa el muslo de la región genital o se coloca en la cara interna de los muslos en casos más severos.
De esta manera se brinda mejoría en el aspecto de los muslos ya que se recobra la armonía con el cuerpo, mejorando la autoestima del paciente.